Hasta hace poco los investigadores, académicos ha asumido que sus informantes no disponen de la posibilidad de acceso a los círculos universitarios o institutos de investigación o editoriales científicas. Las cosas han cambiado e intelectuales y portadores del conocimiento ancestral gradualmente disputan el espacio académico colonial. En el mundo globalizado los institutos de educación superior no pueden negar la circulación y transito de las ideas y las personas. Los protagonistas de su historia hoy son voz y presencia en espacio académico. El caso que me corresponde presentar destaca la disputa sobre derechos epistémicos entre un antropólogo y Ngenpin mapuche (autoridad ancestral). Donde uno destaca la vigencia de una “política del conocimiento” cuyo fundamento es la relación asimétrica entre el antropólogo o investigador y su entorno de informantes.